sábado, junio 24, 2006

gatos a la sombra de un portal

Te acuerdas de aquel gato que una vez encontramos? Solo, debajo de un coche, parecía abandonado. Tú preferías los perros, pero subiste a por la leche y un plato, mientras yo le daba palique al gato. No me acuerdo de qué hablamos el gato y yo, pero congeniamos rápidamente. Su silencio casi era una invitación a sentirse afin a él. Bajaste con la leche, me enamoré un poco más de ti, y le deseamos buena suerte a nuestro amigo.

Hoy me lo encontré a la puerta de mi casa, cuando despuntaba el sol. Esta vez casi era yo el que estaba debajo del coche. Me reconoció, y se detuvo frente a mí. Nos sentamos en las escaleras y hablamos largo y tendido. De todo. Del antes y el después del plato de leche. Nos han pasado tantas cosas... Esta vez, fué él el que me dió el vaso de leche, y me sentó de maravilla. Como la vez anterior, el gato se fué y me deseó buena suerte.

Así que si por las noches os encontrais a un gato con ojos de luna verdes y grises, dadle un abrazo de mi parte, y no os sintais tan locos por hablar con él. Al fin y al cabo, es un gato.

miércoles, junio 21, 2006

esta noche... otro cuento.

En otra vida y en otro tiempo, vivía yo en la región de Q-huan, en la china septentrional, cerca de Mongolia. Vivíamos contínuamente acosados por las tropas del caudillo Gengis, quien acumulaba cadáveres y triunfos para aunar en sí el título de Khan, o jefe de todos los clanes mongoles. En los últimos meses nos hostigaban contínuamente y trabajar en el campo se convertía en una lucha por la supervivencia.

Una noche, lluviosa como son las noches en que acontecen los relatos excepcionales, como éste, volvía tras la jornada de recolcción. Las lluvias abundantes son un milagro para nosotros, y los arrozales eran un hervidero de tallos. Aquel día llevaba yo todo mi saco lleno de arroz, que se tensaban los tejidos, cercanos a ceder. De entre la cortina de lluvia apareció un palanquín, uno de los llamados rickshaw en la lejana Beijing. Los tejidos del mismo eran suntuosos y por los trajes de los lacayos, supuse que se trataba de un señor ciertamente importante, que intentaba abandonar la ciudad antes de que los mongoles le quitasen más que sus posesiones, la vida.

De las cortinas, una mano fina y cuidada, con un anillo imperial, salió sin prisas y las apartó, para que yo pudiera ver al propietario de la misma. Hede confesar que la lluvia y mi cara contra el fango me impedían ver demasiado, pero solícitamente supliqué: "me honrais con deteneros por un mísero campesino como yo, señor, en vos recaigan todas las bendiciones del cielo". La voz del mismo, una de esas voces sin costumbre de ser contrariadas, me dijo "Campesino, dáme algo".

¿Cómo? Huyendo en medio de la noche, lleno de todos los sellos del imperio, hasta los calzones de seda milenaria, y ¿pretendía que le diese algo? Lleno de ira y de miedo, abrí mi saco y puse en su mano extendida tres granos de arroz. Cerró la mano, y, sin señas ni despedida, se cerró la cortina y el palanquín se esfumó tan rápido como había llegado. Con las mejillas ardiendo de indignación bajo la lluvia corrí hacia casa a contárselo a mi esposas e hijos. Al abrir la puerta de la choza, les llamé y reunidos en el suelo de polvo les expliqué la historia, tal y como os la cuento hoy a vosotros. Mi hijo, Xan, famélico abrió el saco de arroz a media historia para saciar su hambre, y, con ojos como platos me pidió que mirara en su interior.

En el fondo del saco había tres pepitas de oro del tamaño de un grano de arroz.

Cuán amargamente lloré por no haberle dado todo el grano.

martes, junio 20, 2006

Lights will guide you home

No soy especialmente aficionado a poner letras de canciones ni fragmentos de libros, porque me gusta más dar de mi propio palique. Pero hoy la ciudad de Barcelona está cubierta por unas nubes requetefeas, y aunque no parece que vaya a llover, tampoco parece que el sol vaya a salir. Y me ha venido una canción a la cabeza... para estos días grises, indefinidos.

When you try your best but you don't succeed
When you get what you want but not what you need
When you feel so tired but you can't sleep
Stuck in reverse

and the tears come streaming down your face
when you lose something you can't replace
when you love some one but it goes to waste
could it be worse?

Lights will guide you home
And ignite your bones
And I will try to fix you

Well high up above or down below
When you were too in love to let it go
But if you never try you'll never know
Just what you're worth

Lights will guide you home
And ignite your bones
And I will try to fix you

Tears stream down your face
When you lose something you cannot replace
Tears stream down your face
I promise you I will learn from my mistakes

(Fix you, de Coldplay)

viernes, junio 16, 2006

ahora que llueve

ahora que llueve, aunque solo sea un poco, voy a subir al tejado, con lo que lleve puesto. y me voy a tumbar. Aprovecharé esta tormenta de verano para disfrutar de la naturaleza. Dejaré que me empape. Que limpie mis poros. que me bañe como hacía mucho que no sucedía. sí. una especie de bautismo pero en versión ducha. hasta que el frio del agua pegada a mi cuerpo me pare la respiración, y en un espasmo controlado abra todos los pulmones, y me sienta vivo de nuevo. vivo.

nos vemos en los tejados

miércoles, junio 14, 2006

baila, señoria?

Señoría, permita que ejercite el derecho a defenderme a mi mismo. Ya sé que eso solo se vé en las pelis, y posiblemente esté prohibido en nuestro sistema jurídico, y no me apetece mirarme el Código Procesal.

Ante las acusaciones del fiscal quisiera estructurar mi defensa en tres puntos, los cuales confluyen en la completa eximencia de responsabilidad de mi cliente, es decir, de mí mismo. A ello procedo.

La noche de autos el equipo de futbol sala en que mi cliente milita había ganado un partido que le afianzaba en los puestos por el ascenso, lo cual justifica que llenos de júbilo y contento se dirigiesen todos al local de los hechos, situado enfrente de la Universidad Politécnica de Cataluña. Si bien estamos dispuestos a admitir que mi cliente había llegado a las inmediaciones mediante un coche conducido por él mismo, se tomó una cantidad de Quilmes, que sin llegar a ser excesivas ni provocarle ninguno de los efectos típicos de la alcoholización, le llevaron a comportarse de un modo (aun más) extrovertido y jovial que de costumbre. Con lo cual su responsabilidad quedaría en cierto modo mitigada por los efectos del alcohol.

En segundo lugar, la chica en cuyo testimonio se basa la declaración, que también se hallaba en el lugar de los hechos la noche de autos, se hallaba no bajo los efectos del alcohol ni de la droga sino de una música que era, claramente un cha-cha-chá. No era salsa ni una bachata. Era un chachachá, de ello no cabe lugar a dudas. De ahí que mi cliente se extrañase/sorprendiese/escandalizase al ver a aquella señorita (que, dicho entre nosotros, señoría, era una preciosidad de señorita) bailando al son de la música que salía del estereo de un Polo azul marino, nada original señoría; pero con un ritmo que ella misma describía como uno-dos-tres-cuarto, como si creyese que era un fox-trot o dios sabe qué. De modo que la segunda exhimente planteada es que mi cliente tuvo un ataque de indignación tras haber hecho dos años de bailes de salón y haberse especializado en latinos y ver tamaño despropósito.

De ahí parte la base de la tercera defensa, que indica que mi cliente se vio en la obligación social y moral de corregir a la señorita en indicarle como se baila el chachachá - dos,tres,chachachá- pero no de viva voz, sino que para que no cupiese lugar a dudas se acercó a ella, y, sin asomo de violencia y con la total complacencia de la misma, la acompañó en el baile unos dos minutos hasta que entendió que la misma habría pillado claramente el concepto. Hecho lo cual y bajo la mirada entre atónita y fingida indignación de la señorita, de su grupo de amigas y de los compañeros de futbol que desconocían dicha faceta de mi cliente, mi cliente se despidió sin beso de cortesía ni pedirle el teléfono. Con lo cual la base de la tercera defensa es un acto de cortesía de mi cliente.

En vista de lo cual mi cliente solicita, no solo que sean retirados los cargos que pesan sobre él (de chulo y de vacilón) sino que la mencionada señorita, que frecuenta el mismo gimnasio que mi cliente para sorpresa del mismo y de ella parece que también, no cuchichee acerca de él en cuanto entra en la sala de las maquinas de correr.

A fecha de Lunes 12 de Junio de 2006, Barcelona

domingo, junio 11, 2006

críticas constructivas

para ser sincero, no suelo encajarlas bien. me cuesta. es verdad. Es más, me molestan más las constructivas que las destructivas. supongo porque las destructivas me dejan arreglar el problema, personalmente.

Además hay críticas que cuestan más que otras. Las referidas a mi aspecto físico o a mi manera de pensar no me preocupan en absoluto. suelo no hacer demasiado caso, salvo a las vitales, claro. Pero el jueves me dijiste una muy dificil de encajar: "Es que eres muy poco organizado. Deberías planificarte más y ser menos anárquico".

Vamos a ver. Por favor.
Desciendo de una raza que fué contínuamente masacrada por el Imperio Romano (salvo, claro está, aquel pueblecito que sobrevivía a las invasiones romanas situado al norte de Armórica). Algún antepasado mío debió ser atravesado por un pilum en Britania, o quizás mientras los comandantes intentaban cruzar el Letes para acabar de rematar la faena. Los Celtas vienen a ser los parias de la historia europea pre-medieval. Y no precisamente porque olieran mal.

Sencillamente tenían un problema de organización. Además eran gente extremadamente o estúpidamente valiente, y lo más normal es que en cuanto viesen al enemigo se abalanzasen sobre él. Nada de cargas ni tonterías a lo Braveheart. Las crónicas de las batallas de las Galias (alguien tenía que escribir lo de gallia est omna divisa in parte tres) apuntan que los guerreros celtas salían del bosque semidesnudos o desundos del todo, pintados en todo el cuerpo y gritando como posesos (sic.) hasta que acababan ensartándose en las lanzas romanas tan ordenadas, pulcras y sosas ellas.

Luego tenían la particularidad de ser muy valientes, blablablabla, y todo lo que tu quieras. Dionisio de Grecia tenía una guardia personal formada exclusivamente de Celtas. Alejandro prefirió expandir primero el ejercito hacia el Este, antes de meterse con el Oeste, vaya por dios, justo estaban ahí los germanos. Tanto machacaron los Pictos a los romanos en Britania que al final, se largaron dejándoles la casa hecha un berenjenal (¿paralelismos USA-Irak?). Al final decidieron organizarse con los Germanos y acabaron entrando en Roma.

Es decir, my darling, si lees esto, empieza a darte cuenta. No soy organizado. Ni creo que lo acabe siendo. así que desiste. Pero no te desesperes.

miércoles, junio 07, 2006

la mejor versión de mi mismo

Natalie Portman, aun menor de edad, plantaba la planta en los jardines del orfanato, y decía: "aquí estaremos bien". Entonces entraba la guitarra de Dominic Miller y Sting cantaba "he deals the cards with a meditation..." Entonces uno sabía que pese a que Leon había muerto, pese a la hora y media de tiroteos y cuchillazos habías visto una película preciosa con una química completamente anormal entre Jean Reno y Natalie Portman.

luego he vuelto a oir esta canción pero cantada por unas señoritas llamadas las "Sugarbabes", en una especie de Hip-contoneosensual-hop; y también por Craig David pero con una letra muy interesante en la canción the Rise & Fall. Personalmente, no tengo nada en contra de las versiones. Hay versiones que dan mucho más juego que el original, por ejemplo, Jimi Hendrix con el All along the watchtower de Bob Dylan, o Metallica con el Whiskey in the jar, hasta prefiero el Sing for the moment de Eminem al Dream on de los Aerosmith...

a veces creo que interpreto versiones de mi mismo. Todos lo hacemos. Un poco más alternativas, o quizás más rumberas, y también más duras. Depende del momento, del ambiente, de cómo me he despertado, de si estoy enfadado, de la luz del dia, de mil detalles muy variados...

Pero cuando me quito los sampleados, la distorsión, el rapeo y todo lo demás, queda un chico cantando con una guitarra cansada. Y, al final, creo que esa es la mejor versión de todas.

domingo, junio 04, 2006

noches de humo

2'45 de la madrugada. insomnio del viejo que ya echaba de menos

miles davis en el iPod (so what?), tb VV con su mierda

primer bar de la ruta: Cambio, un descafeinado y un malboro.

Me pongo en la Bonanova... y a andar, dirección: lejos. Enciendo el primero. casi ni me acordaba de como se hacía. me paro. la calle tiene otra vez sentido. el contrabajo encaja perfectamente con el humo deshaciendose en el aire. y miles penetra la noche, condenado. jamás podré hacer eso con la guitarra. no hay relajación, pero hay esa sensación de que todo es uno. estoy llegando. pero sigo caminando. la calle se acaba, pero siempre se cruza con otra. seguimos. ahora solo bajamos, pero son los violadores que me frasean la calle. paso al lado de niñas bien vestidas, de múltiples bares de copas, de borrachos vomitando, de un par de discotecas de moda, de parejas acarameladas... pero en cuanto entras en algunas calles, aparece otro como yo. Se le nota, por el ropaje, los cascos y la mirada perdida. la mirada se encuentra y encuentra mis ojos. Me sonríe sin un solo rictus en su cara. hago lo mismo sin necesidad de cortesía y decido volverme a mi casa. Espero no tener que volver a comprar otro paquete.

aunque habrá que repetirlo