gatos a la sombra de un portal
Te acuerdas de aquel gato que una vez encontramos? Solo, debajo de un coche, parecía abandonado. Tú preferías los perros, pero subiste a por la leche y un plato, mientras yo le daba palique al gato. No me acuerdo de qué hablamos el gato y yo, pero congeniamos rápidamente. Su silencio casi era una invitación a sentirse afin a él. Bajaste con la leche, me enamoré un poco más de ti, y le deseamos buena suerte a nuestro amigo.
Hoy me lo encontré a la puerta de mi casa, cuando despuntaba el sol. Esta vez casi era yo el que estaba debajo del coche. Me reconoció, y se detuvo frente a mí. Nos sentamos en las escaleras y hablamos largo y tendido. De todo. Del antes y el después del plato de leche. Nos han pasado tantas cosas... Esta vez, fué él el que me dió el vaso de leche, y me sentó de maravilla. Como la vez anterior, el gato se fué y me deseó buena suerte.
Así que si por las noches os encontrais a un gato con ojos de luna verdes y grises, dadle un abrazo de mi parte, y no os sintais tan locos por hablar con él. Al fin y al cabo, es un gato.
Hoy me lo encontré a la puerta de mi casa, cuando despuntaba el sol. Esta vez casi era yo el que estaba debajo del coche. Me reconoció, y se detuvo frente a mí. Nos sentamos en las escaleras y hablamos largo y tendido. De todo. Del antes y el después del plato de leche. Nos han pasado tantas cosas... Esta vez, fué él el que me dió el vaso de leche, y me sentó de maravilla. Como la vez anterior, el gato se fué y me deseó buena suerte.
Así que si por las noches os encontrais a un gato con ojos de luna verdes y grises, dadle un abrazo de mi parte, y no os sintais tan locos por hablar con él. Al fin y al cabo, es un gato.