Me gusta el futbol.
Me encanta.
Empecé mis andaduras por el futbol antes de el mundial de Italia '90, con un video en su versión más clásica del VHS. Mi padre me hizo ver todas las finales de futbol, desde la de Inglaterra'66 (con aquel 
gol que nunca se supo si entró), y de ahí, en adelante. He de decir que sí, que me perdí el gol de 
Pelé en aquella final de Suecia, el chico solo tenía 17 años. Pero luego lo pude ver en 1970, viendo el 
gol que no marcó, bueno, los dos; y el que le dió a 
Carlos Alberto en la final contra Italia. Y luego, pues de pasada hablaré de la Holanda de 
Cruyff -que curioso, no ganó ni un mundial-, la Alemania de Beckembauer y 
Müller y de la Argentina de 
Maradona, la Francia de 
Platiní, la España de 
Butragueño.... si me dejo alguna, pues mala suerte, pero es que no me acuerdo del video. Luego, le cogí cariño al equipo de la ciudad de la que no era. El Deportivo de la Coruña. El 
Superdepor. Ví como subía a primera. Ese equipo glorioso de Mauro Silva, Fran, Claudio, Bebeto (o Dios), Donato, Manjarín, Djukic, Liaño, ... Como perdía una liga dándosela al Barça en un 
penalty. Como luego la perdía contra el Madrid. Le vi ganar la copa del Rey, luego una liga, y, en fin... el equipo de mis amores
Pero, como decía un buen amigo mío "disfrutar del futbol es estar dispuesto a ver en EEUU- Iran a las tres de la madrugada con tu madre en el sillón de tu casa". Y intenté hacer esa frase mía. Y gracias a dicha frase adoro el futbol. En él veo a hombres capaces de lo 
mejor y de lo 
peorDisfruto del Fútbol de todas partes:
Veo a los ingleses, herederos de Hurst, 
Best y Lyneker. Y me alegra ver a los Hooligans en el campo, como son 
Gascoigne, o 
Rooney, compartiendo escenario con finos estilistas como 
Joe Cole o 
Beckham. Veo a franceses, que les critican por no ser franceses, pero para mí, sólo por eso, lo son: potencias de la naturaleza y de la elegancia como 
Henry, 
Zidane, o antes, 
Cantoná. A españoles demostrando que algo hay de esa "raza", algo especial y precioso, a 
Joaquín, 
Raúl, 
Xavi, o incluso 
Torres. A los Portugueses, herederos de algo brasileño que debió traer Eusebio, antes liderados por 
Figo, ahora por perlas como 
Cristiano Ronaldo, 
Quaresma o 
Deco. A los Alemanes, siempre herederos de si mismos, el equipo más luchador del mundo, con guerreros, como 
Ballack, 
Klose o 
Podolski. U Holanda, que tiene que vivir con la idea del futbol total, y tras 
Van Basten, vino 
Bergkamp y tras él, 
Van der Vaart o 
Van Persie. Y no olvidar a los recientes y flamantes campeones del mundo: los Italianos, tan buenos defendiendo como con su ataque con 
Totti, o 
Del Piero.
Si viajas fuera del viejo continente, te encuentras con futbol en estado puro: pasas por Brasil, y nos podemos quedar un rato: 
Ronaldo, la fiera (o el gordito); 
Ronaldinho, el espectáculo; 
Kaká, la elegancia, 
Roberto Carlos, la potencia, o 
Juninho, la precisión personalizada. Por suerte, cuando te saturas de tanta samba. Te mueves un par de pasos y tienes un ritmo distinto. Más elegante, más calmado, más pillo, por ejemplo con 
Riquelme, el topogigio, o el payaso 
Aimar, o la clase de 
Redondo, contando, claro los goles de 
Crespo.
Suerte que hay más mundo fuera de Sudamérica y la vieja Europa. Gentes de los paises helados nos cuentan lo que es la elegancia, como 
Ibrahimovic, la rapidez como 
Eto'o, la fuerza, como 
Drogba, la pierza izquierda de 
Nakamura, o los goles fríos de 
Shevshenko.
En fin, ¿cómo explicar, lo que no puedo explicar? Los hay que me piden que os explique a qué viene esta 
pasión. Creen que algunos podrán así hacer comprender a otros. Pero es que no lo acabo de saber ni yo mismo. Cuando un jugador coge el balón, levanta la cabeza, y hace un 
pase que le pone el balon en el pie al jugador. O cuando lo caza en el aire 
saltando para hacer un giro y de 
chilena, 
(o haciendo trampas y con la mano). El gol que se 
caza para ganar una final de una copa de europa, o incluso de 
falta. O lo que siento cuando está todo cantado, y, de repente el portero mete una 
mano y le destruye el ánimo a cientos de personas. Ese requiebro del jugador de los 
pies rapidos, o 
con horchata en las venas, o el de los 
tobillos de goma. El 
disparo desde la frontal, o con poco 
angulo, o sin 
ninguno, qué caray!
Sí. Me gusta el futbol.
(gracias al youtube y a futbolarte!!)