El Factor X

Un gracioso desconocido me ha enviado un mail invitándome a presentarme en las pruebas de selección de nuevos cantantes para un concurso llamado Factor X que llevará la cadena privada Cuatro en un par de meses. Y claro, no he podido sino reirme mucho cuando lo he leido.

Estimado desconocido:
Agradezco tu buena fé, porque que a uno le digan cosas buenas, pues es agradable. Pero creo que deberías reconsiderar tus ideas en este campo, o por lo menos, como hubiese dicho el profesor Kitting (oh capitan mi capitan) , miraras las cosas desde un punto de visto que no habías considerado.

Parece que buscan "talentos musicales en estado puro" joé, pues suena bien y todo. Aunque yo no creo que tenga talento musical. Si acaso soy un intérprete musical, decente, y que tiene la suerte de que a la gente le gusta escucharle. ¿Talento? Nulo, por lo menos yo lo veo así. Aunque, si buscan talentos en estado puro... ¿para qué necesitan una foto mía actual y de medio cuerpo? ¿Para ver si soy como Pedro Guerra o como Alex Ubago? bueno... no pasa ná. Una afoto y tiramos millas.

"Debo llevar la ropa adecuada para mi actuación, pero no puedo acompañarme de instrumentos musicales". Bueno, no suelo disfrazarme "on stage" como Kiss, pero creo que podré ir con mi camiseta por la calle. Aunque...¿¿ qué es eso de que no puedo llevar la guitarra?? Vaya, estamos eliminando a un mogollón de canta-guitarristas o como quiera llamarle, así a tutiplén, no? Por lo menos,si yo subo sin guitarra a un escenario, me siento como desnudo...

Y eso de que si tengo el Factor X... a lo mejor os referís a lo que decía Risto Mejide de si soy un producto. (la máxima expresión de una aspiración generacional)... y ya os lo desvelo yo. No. No creo que tenga nada así especial, X, incógnito, y la verdad es que me encanta ser quien soy (y como soy) así que no me preocupa demasiado tenerlo o dejarlo de tener.

Así que mil gracias... pero no creo que me presente.

PS: doy por inagurado mi blog paralelo llamado Desvaríos a Cascoporro, en el que encontrareis una parte paralela de mí, que quizás no vaya tan acorde con la temática habitual del Santo Job...