martes, marzo 14, 2006

Ojalá fumase

Necesito fumar. O emborracharme. O meterme una dosis de algo que me deje to sentao en el suelo, como en otro sitio. Subir a la terraza y tumbarme mientras el frio me adormece los músculos ya no me sirve. Es triste el miedo que a veces se apodera de mí, y crece desde dentro. Es triste y a la vez horrible, sentir miedo. Como el niño del sexto sentido, ojalá pudiera no tener miedo. Creo que es lo único a lo que ahora tengo miedo. La muerte, el dolor, la soledad,... sé que desaparecen con el tiempo, que se superan, que son miedos que cambian. pero el miedo que nace del hueco del estómago... ese no se vá. Lo acuesto conmigo, y le dejo dormir, nos respetamos como dos naciones poderosas y limítrofes deben hacerlo. Pequeñas escaramuzas, a veces gana él, a veces gano yo.

Sí, lo dicho, hoy no me siento bien conmigo mismo. Pero es que ya fui al gimnasio por la mañana y por la noche cierra, jodido DIR, hay que encontrar uno para yonquis como yo. Sadomasoquistas de la moral y del sudor. Supongo que debe haber sido el exceso de café post tapas (croquetas, bravas con alioli, calamares a la romana y pollito, y zwei cervecen) que me ha pulverizado los nervios, el hígado y mi creída supremacía moral, que hasta ayer tenía requete dominada. Como a ciertos leidos de la web, a veces las situaciones nos mandan a nuestro sitio, y eso no mola, especialmente cuando no te gusta tu sitio. Pero bueno, antes que coger el teléfono, he hecho un acopio de moral y tres litros de agua, y me he desintoxicado yo solito. A veces pienso que debería rely much more en mis amigos, y otras veces me digo que quizás hay cosas que debo pasar solo. A los niños no siempre hay que levantarlos del suelo cuando se caen, deberían aprender solos. Y a veces me parece que soy demasiado orgulloso y debiera bajar la testuz y llamar a la gente y que me consuelen un poco. Ay.... maldita dicotomía....