lunes, marzo 13, 2006

Acerca del hijo pródigo....

¿ Y por qué demonios te haces llamar santo job, si no tocas temas de religión...? Pues no es una mala pregunta. Hoy voy a divagar un poco acerca de este texto, que es uno de mis favoritos del nuevo testamento. El Hijo pródigo y el padre crack. Por lo general este tema se suele tomar como del palo: "que bueno es Dios, que cuando tienes problemas y te has equivocado y vuelves a Él arrepentido, te perdona, pues su misericordia es incomparable...." Sí, en gran parte es cierto. Aunque hay lecturas paralelas que solemos obviar y que también son ciertamente sabias, creo yo.

En primer lugar, meditar acerca del error. Del error propio, claro. Quizás, la primera parte viene a ser un poco como: si te has equivocado y la has liado, vuelve a puerto, y te perdonarán. O te perdonarás tú a tí mismo. En fin, que rectificar es de sabios. Pero rectificar con humildad. Como suele pasar en las parábolas de la Biblia, el que se humilla será ensalzado. Y aunque no seas cristiano, tienes que reconocer que en la vida es importante tener el orgullo, pero hay que saber cuando ser humilde. Saber cuando se es martillo y cuando se es yunque, que diría mi abuelo. Un avlor importante en esta parábola es la actitud del hijo, muy madura (sospechosamente) después de haberse fundido la parte de la herencia en meretrices, juegos y depravación... -qué increiblemente lasciva, tentadora y lujuriosa suena esta palabra, depravación....- Después de todo esto... vuelve con la cabeza gacha, pensando que bueno, que al menos en mi casa me quieren un poco, y, aunque espero requetecastigo será mejor que ésto. Buen, destacar el valor, y la madurez del hijo pródigo, que frecuentemente nos olvidamos de ello.

Y en segundo lugar, la actitud del padre es de crack. Ahí tenemos que estar todos de acuerdo. Dios se alegra de que la gente recapacite tras el error de abandonarle. ¿No harías fiesta por la oveja que se te ha escapado y encontraste? Peeeeeeeeero, amigos míos. Ahí suele llegar otra manera de ver las cosas que no es frecuente. Dios es un crack. ¿y yá está? ¿No hay reflexión acerca de él para con nosotros? Hombre... mil veces nos hemos visto en una situación parecida al padre, que vé llegar a quien se la jugado de un modo brutal y llega arrastrándose, o quizás no arrastrándose, pero quiere volver casa. Peleas típicas por el tú dijiste, tú me hiciste, no quisiste... Y varias veces el orgullo, o la mera rabia, nos hace echarnos para atrás. Y esto es lo que no debe ser. Aquí debe aperecer el valor del padre pródigo que dice: Bienvenido! De aceptar el error del qe vuelve, de no restregárselo por la cara, y no guardarle rencor, sino, además, celebrar que se ha dado cuenta de su error, y hacerle protagonista de dicha celebración, pues el hijo pródigo triunfa al volver, es su triunfo sobre el orgullo, y la sabiduría de volver a lo que él cree "correcto" tragándose el orgullo.

Ojalá sepamos ser a veces como el padre y otras como el hijo.