como una serpiente

vas caminando alegre por tu campo verde, la lluvia ha creado pequeños charcos y andas descalzo, consciente del riesgo que ello supone, o tal vez no del todo.

notas un pequeño pinchazo, pero tampoco ha sido tanto, piensas, una ramita de esas del camino, que se clavan entre los dedos de los pies. y sigues caminando, sin preocuparte siquera. al cabo de un rato, te molesta un poco, pero no le das mucha importania, total, nunca se la has dado en demasía, si moletsa, o te rascas o te aguantas

pero cuando el dolor empieza a subir por todo el pié, te preocupas un poco y decides parar a mirar qué ha pasado. y ves esos dos agujeritos en el exterior del pié

y te asustas

ya es toda la pierna, y caminas cojo, sin saber cómo has llegado a ese punto, jurando en arameo, y deseando llegar a algun refugio para hacer algo. el picor sube, a tu segunda ojeada ya hay un tono verdoso que se extiende hasta la rodilla. no creías que fuese tan rápido. aceleras, pero lo único que haces es provocar que duela más y ahora solo puedes arrastrarte por el suelo, sin fuerzas para pedir ayuda.

y sabes que estás perdido

y yo me digo... No crées que con el amor pasa igual?