lunes, febrero 26, 2007

soplar

a veces hay nubes
que tapan la tierra a la que el sol debe bañar
que no iluminan las cosas y hacen que no estén tan claras como queremos
y hoy quiero salir a mi tejado
y como el lobo feroz, soplar, soplar y soplar
e intentar moverlas, abriendo un hueco, por donde se cuele un rayito de luz
y sonreir porque sonries



la obra de hoy, es Vidas Cruzadas, de Quique González, pero la versión que hizo con el gran Ivan Ferreiro, y, en fin, está dedicada a alguien que suele pasarse por estos lares. Si teneis alguna petición (tengo dos en curso), ya sabeis donde estoy.

viernes, febrero 23, 2007

Ciclo Robert Rodríguez

Es tarde, y llevo unas cuantas cervezas encima. Por desgracia, mi larga siesta y mi adicción a la cafeina me han dejado el sistema nervioso destruido temporalmente, y la modorra está empezando a poderarse de mí.

Abro un ojo bajo el ardiente sol de Guadalajara, Méjico. Con una recortada en las manos y unos individuos nativos que se acercan a mí. La verdad es que no tengo prejuicios raciales, sencillamente, el hecho de que uno de ellos lleve un par de pistolas y los otros le vayan por delante en nuestra pequeña carrera armamentística hace que mi primer disparo acierte en el pecho del de la camisa de Chivas. A sus compañeros no parece sentarles bien, y noto una descarga de metralla sobre el maletero del coche tras el que me he ido a proteger. Mierda. Salieron susceptibles. Recargo y me vuelvo a levantar, par descubrir que de los tres caballeros que suponía que me esperaban solo queda uno, al que abato de un tiro en la bisectriz. Por los ruidos sobre la tierra supongo que uno de ellos se había escondido esperando a que saliese, y viene por mi espalda. Su primer tiro falla de mucho, destruyendo un poco más el coche. Y el segundo ya resulta más peligroso, porque le ha dado a la funda de mi guitarra. Quizás esto se está poniendo personal. Ya lo tengo encima. Me agacho, para dejarle pasar por encima de mi espalda, y cuando se suspende en esa extraña ingravidez, le golpeo con los puños en el plexo solar. Cuando rebota contra el suelo, le pego un zapatazo en la sien. Del tercero en discordia, ni idea. Debe haberse largado. Estoy cansado. Y me duele el muslo derecho. Será que el primero tiro no falló, porque un hilo de sangre está cayendo y cojeo como el diablo. Un pañuelo atado, supongo que valdrá como vendaje funcional. De todos modos, espero que me sirva para algo. No creo, porque caigo al suelo y me desvanezco.

Al abrir los ojos, me encuentro al volante. El coche parece que está más acabado que yo. Y eso que estoy destruido. Suerte que hay un local un poco más allá. Las luces no es que me apasionen, pero necesito sentarme un rato. El ambiente es ciertamente turbio. Aunque las señoritas bailando, le dan un toque... exótico, dejémoslo ahí. La cerveza es horrible, pero por lo menos está fría. Los moteros y camioneros del local parecen intentar solucionar una cuestión a puñetazos, y los demás miramos, algunos hasta han empezado a cruzar apuestas. El mío acaba con un botellazo a la cabeza. Vaya. Me siento en una mesa, sobre la que baila una señorita, que afirma llamarse Bambi. Pero hoy quizás yo no esté para nada que no sea dormir. Poco a poco, las luces se apagan, y sale una chica a bailar. Bueno, más que una chica, digamos una diosa. La música está empezando a ser hipnótica, y la chica tiene toda nuestra atención. Bueno, ellla y la serpiente que cuelga de su cuello. Probablemente, la música sea de Tito y los Tarántulas. Y ella quizás se llame Salma, pero a lo mejor son imaginaciones mías. Sus movimientos. Su cimbreante cintura. Su pelo al ritmo de la guitarra. Me hace pensar que quizás dormir no sea tan buena idea. De todos modos, dá igual. Mi cabeza acaba golpeando la mesa.

Y, en instantes, me vuelvo a despertar en la misma mesa, el mismo local, el mismo todo. Creo que nada ha cambiado, y sin embargo ha cambiado todo. los colores se han ido. Solo quedan el blanco y el negro. Bueno, y el rojo de mi muslo. Cada vez me duele más, y no tengo ni la menor intención de ir a un médico. La chica del baile ha cambiado. Ahora es Nancy. Y este estilo de los Cowboys no sé si irá por esta zona. Pero bueno, esto ya no es Méjico, sino una ciudad cualquiera de los Estados Unidos. Dejo de preocuparme por la opinión popular, y paso a fijarme en la bailarina. Que, la verdad, lo hace casi tan bien como la anterior. Y mi cerveza aqui. la verdad es que no quiero irme a dormir, ya lo tengo claro. Pero, como siempre, una tragedia se interpone. El blanco y el negro se estremecen y la gente me mira. Lo que me parece raro, porque ahora paso la mano por mi cara y sigo notando las cicatrices. Vaya, no me miran por mi belleza. Algo me debe haber pasado. Me pica la espalda, me rasco y me doy cuenta de que hay sangre en ella. Mierda. Más rojo todavía. Me giro y mi espalda no me sigue. Caigo al suelo. Y se acerca alguien. Lo último que veo, es la punta de una recortada.

Y me despierto a las siete de la mañana en el salón. Con las cervezas a un lado, y un silencio enorme en casa. En la televisión me indican que ya ha acabado el Festival de Cine de Robert Rodríguez.

(quizás los bailes hayan sido un poco más aptos para chicos que para chicas.
A falta de pan, os dejo con George Clooney, en abierto hasta el amanecer)

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martes, febrero 20, 2007

Meche otro meme pa'l cuerpo...

La buena de Cél me manda un meme, que es bastante interesante, acerca de las 10 cosas que me hacen sonreir, pero yo voy a cambiarlo por las 10 cosas que me hacen sentir bien, que era lo que venía pensando mientras me duchaba (porqueyolovalgo, osea)


1. Abrir la ventana los dias de lluvia. Me gusta mucho sentir el frio entrar y apoderarse de mí, que me deje con los sentidos casi anulados, y notar con fuerza mis propios latidos. Es una cosa que me hace sentir muy vivo
2. Tocar la guitarra eléctrica con las luces apagadas. Pongo un fondo de música estilo Pink Floyd e improviso por encima con la Fender. O sin fondo de música y aprovecho para tocar blues, del clásico. Me hace sentir muy a gusto.
3. Rastrillar mi cajón de arena. Yo lo llamo así, aunque supongo que debiera llamarlo Jardín Zen. Los Japoneses sí sabían lo que hacían, sí. Después de rsatrillarlo un poco, me siento muy a gusto, como si las cosas se hubiesen arreglado, aunque nada haya cambiado.
4. Leer un libro en una cafetería de las de toda la vida. Con sus 3 parroquianos y el dueño del bar limpiando las tazas de café, la televisión encendida, y el surtido de coñacs, y yo a lo mío, con un ojo en el libro y el otro en la hija del dueño Ô_ô
5. Reirme hasta quedarme sin aire y que me duela la barriga es un fenómeno bastante esporádico, pero cuando sucede, luego te sientes estupendamente bien. Tnego un buen amigo, que sé que no lée este blog, pero muchas veces, cuando me ha pasado eso, ha sido con él. Digamos que nos entendemos muy bien.
6. Pelearme con mi hermano. No en plan "a tortas con la vida", sino practicar cosas que le han enseñado en el Taekwondo esa misma tarde. Me gusta verle metido en el tema, y a mi me gusta ver como los reflejos y la forma aun siguen (por ahí, escondíos, pero siguen)
7. Prepararme una infusión. Me gusta hacer cosas sencillas que parece que hayan perdido el significado. Calentar el agua en un cazo, la bolsita, no sé, todo el ritual, me parece agradable.
8. Dar abrazos. Pero de los de verdad, nada de los de compromiso. Me gustan los abrazos en los que algo de tí se va, en los que de verdad dás, y recibes algo a cambio.
9. Me hace sentir muy bien (y esto es un poco ridículo) que me salga bien un sudoku. Pero es que me encanta, que las cosas me salgan bien, que parezca que todo está ordenado.
10. Me gusta escribir. Dejar frases sueltas. Ideas, principios, finales de historias, idas de pinza, razonamientos lógicos. para eso tengo una pequeña libretita y la inquietud de hacer otro blog, que se llamará "Apunta a la cabeza".

Y este meme se lo voy a pasar a Duna, a Najwa, a Nibuenonimalo, a Becca y a Willow.

11. (una de propina que me acaba de asaltar in my mind), también me hace sentir muy bien los principios de algunas canciones, no me preguntes porqué, por ejemplo Buscando una Luna, Streets of Philadelphia, A Kind of Magic, House Arrest, Baba O'Riley, Un Buen día, Dolores se Llamaba Lola, All Along the Watchtower, Layla, Purple Haze, y muchas, muchas más...

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martes, febrero 13, 2007

Santas Conversaciones

(en una nube cualquiera)

San Valentín: Buenasss
Santo Job: Hola, crack! cuánto tiempo. ¿Qué es de tu vida?
SV: pues nada, como los reyes magos, trabajo solo un día al año, pero me pego un faenon que te rilas
SJ: eso te pasa por ir vestido tan cursi
SV: mira, no te pases, que me he levantado de malas...
SJ: joé. perdone usted. oye, yo te iba a hacer una preguntilla, tú, entonces, ¿no trabajs el resto del año?
SV: sí, y no.
SJ: poco a poco que me pierdo
SV: que poca paciencia, leñe. Pues mira. Yo trabajo, pero extraoficialmente. La gente se olvida de mí. Bueno, no sé, parece que no se lo toman en serio. No creen que sea lo mismo.
SJ: es que le gente es muy rara, lo que yo te diga...
SV: No, si aún es peor, porque trabajo mucho más otros dias que éste. pero este tengo queestar de aqui para allá, y tal...
SJ: oye, y Cupido, qué pinta en esto?
SV: bueno, es una tradición más clásica, pero bueno, es la competencia, y no quiero hablar bien de él
SJ: rancio
SV: pesao
SJ: una cerveza?
SV: sí, y anda, sube esa de los Hives, que en nada estoy de servicio

(walk idiot walk, de los Hives, si le mola a los Santos... cómo no te va a gustar a tí?)

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viernes, febrero 09, 2007

Me gusta el Futbol

Me gusta el futbol.
Me encanta.

Empecé mis andaduras por el futbol antes de el mundial de Italia '90, con un video en su versión más clásica del VHS. Mi padre me hizo ver todas las finales de futbol, desde la de Inglaterra'66 (con aquel gol que nunca se supo si entró), y de ahí, en adelante. He de decir que sí, que me perdí el gol de Pelé en aquella final de Suecia, el chico solo tenía 17 años. Pero luego lo pude ver en 1970, viendo el gol que no marcó, bueno, los dos; y el que le dió a Carlos Alberto en la final contra Italia. Y luego, pues de pasada hablaré de la Holanda de Cruyff -que curioso, no ganó ni un mundial-, la Alemania de Beckembauer y Müller y de la Argentina de Maradona, la Francia de Platiní, la España de Butragueño.... si me dejo alguna, pues mala suerte, pero es que no me acuerdo del video. Luego, le cogí cariño al equipo de la ciudad de la que no era. El Deportivo de la Coruña. El Superdepor. Ví como subía a primera. Ese equipo glorioso de Mauro Silva, Fran, Claudio, Bebeto (o Dios), Donato, Manjarín, Djukic, Liaño, ... Como perdía una liga dándosela al Barça en un penalty. Como luego la perdía contra el Madrid. Le vi ganar la copa del Rey, luego una liga, y, en fin... el equipo de mis amores

Pero, como decía un buen amigo mío "disfrutar del futbol es estar dispuesto a ver en EEUU- Iran a las tres de la madrugada con tu madre en el sillón de tu casa". Y intenté hacer esa frase mía. Y gracias a dicha frase adoro el futbol. En él veo a hombres capaces de lo mejor y de lo peor

Disfruto del Fútbol de todas partes:

Veo a los ingleses, herederos de Hurst, Best y Lyneker. Y me alegra ver a los Hooligans en el campo, como son Gascoigne, o Rooney, compartiendo escenario con finos estilistas como Joe Cole o Beckham. Veo a franceses, que les critican por no ser franceses, pero para mí, sólo por eso, lo son: potencias de la naturaleza y de la elegancia como Henry, Zidane, o antes, Cantoná. A españoles demostrando que algo hay de esa "raza", algo especial y precioso, a Joaquín, Raúl, Xavi, o incluso Torres. A los Portugueses, herederos de algo brasileño que debió traer Eusebio, antes liderados por Figo, ahora por perlas como Cristiano Ronaldo, Quaresma o Deco. A los Alemanes, siempre herederos de si mismos, el equipo más luchador del mundo, con guerreros, como Ballack, Klose o Podolski. U Holanda, que tiene que vivir con la idea del futbol total, y tras Van Basten, vino Bergkamp y tras él, Van der Vaart o Van Persie. Y no olvidar a los recientes y flamantes campeones del mundo: los Italianos, tan buenos defendiendo como con su ataque con Totti, o Del Piero.

Si viajas fuera del viejo continente, te encuentras con futbol en estado puro: pasas por Brasil, y nos podemos quedar un rato: Ronaldo, la fiera (o el gordito); Ronaldinho, el espectáculo; Kaká, la elegancia, Roberto Carlos, la potencia, o Juninho, la precisión personalizada. Por suerte, cuando te saturas de tanta samba. Te mueves un par de pasos y tienes un ritmo distinto. Más elegante, más calmado, más pillo, por ejemplo con Riquelme, el topogigio, o el payaso Aimar, o la clase de Redondo, contando, claro los goles de Crespo.

Suerte que hay más mundo fuera de Sudamérica y la vieja Europa. Gentes de los paises helados nos cuentan lo que es la elegancia, como Ibrahimovic, la rapidez como Eto'o, la fuerza, como Drogba, la pierza izquierda de Nakamura, o los goles fríos de Shevshenko.

En fin, ¿cómo explicar, lo que no puedo explicar? Los hay que me piden que os explique a qué viene esta pasión. Creen que algunos podrán así hacer comprender a otros. Pero es que no lo acabo de saber ni yo mismo. Cuando un jugador coge el balón, levanta la cabeza, y hace un pase que le pone el balon en el pie al jugador. O cuando lo caza en el aire saltando para hacer un giro y de chilena, (o haciendo trampas y con la mano). El gol que se caza para ganar una final de una copa de europa, o incluso de falta. O lo que siento cuando está todo cantado, y, de repente el portero mete una mano y le destruye el ánimo a cientos de personas. Ese requiebro del jugador de los pies rapidos, o con horchata en las venas, o el de los tobillos de goma. El disparo desde la frontal, o con poco angulo, o sin ninguno, qué caray!

Sí. Me gusta el futbol.

(gracias al youtube y a futbolarte!!)

miércoles, febrero 07, 2007

Secuestro

Este anillo es tuyo
¿Te acuerdas?
Ahora mismo se halla en mi poder
Y, aunque quiere volver a casa,
No le dejo
Porque sólo con rozarlo
Siento el tacto de tus dedos,
y, con tus dedos, todo tu cuerpo
Así que no creo que vuelva
(yo tb sé enviar mesajes secretos)

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sábado, febrero 03, 2007

bailemos

Hoy tengo ganas de bailar.
De abrazar una cintura dulce,
De ser parte de algo más grande
De dejar que todo nos lleve
hacia el mar o a la primera calle
De sacudirme la melancolía
abrazado a una sonrisa
De bailar, lento, lento, lento
como si no importasen los semáforos
De hacer que la gente desaparezca
y bailar solos pero acompañados
De hacer volar mis zapatillas
por debajo de los andamios
De conseguir ver, por un momento
que cuando bailo
soy aquel que nunca soy
por no llevar limpios los zapatos